viernes, 6 de mayo de 2016

Experiencias compartidas / Cuarta aproximación


El día 23 de marzo, en la clase del Taller de Práctica Docente, se llevó a cabo una actividad donde cada uno de los alumnos debíamos realizar una línea del tiempo que contara nuestra historia académica. Aquella tarde allá afuera se podía oír de fondo al grupo musical Dúo Coplanacu en el acto conmemorativo del 24 de marzo en el Parque de las Tejas, mientras tanto aquí ensamblados entre el recuerdo y lo musical pudimos individualmente emprender un viaje hacia el pasado y recordar acontecimientos académicos que nos marcaron. 
Sonaba de fondo la música de los artistas y las voces de todos los que se reunían y que tenían como consigna nunca olvidar. Ya aquí nos marca, el contexto, para el futuro cuando la consigna se repita. Hacer memoria y nunca olvidar es un lema en nuestras vidas, cada situación que pudimos compartir con el grupo dio a conocer que nos habían marcado, no es casualidad que estemos ahora en este lugar por el simple hecho de querer estar, muchas experiencias nos reúnen hoy aquí en nuestro punto de encuentro. La educación.
Llegado el momento de compartir con el grupo, mientras circulaba el mate, cada uno de nosotros compartió sus recuerdos y vivencias en lo académico. Se escucharon relatos divertidos, anecdóticos y otros cargados de miedos y libertades oprimidas como uno de los recuerdos de Carla donde expresó: "Muchas veces me he visto en el deber de escribir lo que los profes quieren escuchar para aprobar, otras he sentido más libertad" o como en el caso de Coty que decía: “En mi caso en particular me acostumbre a ver a esas personas con un rol jerárquico e indiscutible que a medida de los años fue una imagen que me costó transformar y entender que yo también formaba parte de esos procesos, de igual manera siempre la última palabra y la “legitimidad” de los contenidos están en potestad del docente." Es aquí donde el grupo comenzó a debatir e intensificar su postura ante la práctica docente, particularmente en educación inicial y primaria,  fuimos transitando exigencias, ciertas injusticias, un nivel de autoritarismo llegando a un grado de imposiciones de parte de los docentes e institución.
Ciertamente coincidimos que no nos quedamos con el mal recuerdo sino más bien queremos trabajar para reconvertir esas experiencias en algo bueno, como los recuerdo de aquellos docentes que nos incentivaron, alentaron y motivaron permanentemente, viendo en nosotros un potencial.
También compartimos nuestras experiencias personales con la docencia y con un punto de encuentro muy similar, todos habíamos tenido experiencias con la enseñanza, ya sea en grandes grupos (como aulas) o experiencias más personalizadas (como clases particulares), ayudar con las tareas a los hermanos, padres, capacitar en los trabajos, etc. que nos atraviesa y nos motivó a elegir el profesorado y que como dijimos al principio, no es casualidad que estemos aquí por el simple hecho de querer estar.
En conclusión, nos es imposible pensarnos fuera del rol de docente en algún momento de nuestra vida (así sea ínfimo) ya que todos en algún punto hemos sido acreedores de un conocimiento y hemos sentido la necesidad de pasarlo a quienes veíamos interesado en aprender.  Por otro lado, no podemos, tampoco, pensarnos fuera del rol de comunicadores sociales y cómo este campo se ha interrelacionado con la Educación o como dice Quiroz, que enfocara la educación refiriéndose a su carácter comunicativo, aprovechando los medios y facilitando una educación para la comunicación de modo sistemático en el conocimiento y uso de diversos lenguajes.

Aquí nos queda comprender que todo individuo que cambia vive un conflicto entre su identidad heredada y su identidad adquirida, este proceso lo hemos vivido y seguiremos viviendo, en parte, en  el campo de la Comunicación social.

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