Herrera. Mariángeles

Quinta aproximación

Mariángeles Herrera.

Al iniciar el Profesorado, una nueva experiencia se avecina, era invadida por algunos interrogantes, ciertas hipótesis pero aún más por la incertidumbre. Si bien vengo de una familia a la que se le inculco que el estudio, el tener una profesión, permite abrir un camino en la vida y es el que estoy transitando, se le suma tener una madre apasionada  de su profesión, maestra en artes plásticas, e interesada en transmitir su pasión. Me permitió “hacerme un idea de que podría llegar a ser la docencia”, esos pensamientos invadían mi mente.

Con el correr de los días y del cursado, fueron aclarándose y en otros casos aplacando cierto preconcepto e incluso prejuicios, de este modo iba cambiando a raíz de lo que implica cursar el profesorado y la posición que este camino me brinda, no por ello significa que no surjan nuevas dudas, temores e incógnitas, pero sé que toda experiencia académica nueva me permitirá conocer experiencias y formar parte de otras, como ha sido en el trayecto educativo.      

Entonces, en el Taller de práctica docente I, se presenta el primer texto a trabajar ¿De qué sirve el profesor? Por Umberto Eco, si bien el texto explaya una situación escolar entre alumno, el uso de internet y el profesor, parte del siguiente interrogante “En la época de internet, ustedes, los profesores ¿para qué sirven?”. Fue una postura, que hasta entonces no la tenía en cuenta por qué se puede decir soy de la “enseñanza tradicional” pero llego a desconcertarme, porque es cierto la información que internet pone a disposición es inmensamente amplia e incluso más profunda que aquella de la que dispone el profesor, pero he aquí el “quit” de esta situación de que sirve tener tanta información o que internet nos tramita nociones si no contamos con alguien que nos permita ponerlas en un diálogo, confrontando opiniones o en una discusión. La escuela junto al profesor serán los encargados de dar forma a esta información, debe saber discutir la manera en la que los transmite y evalúan el tono y la fuerza de argumentación de lo que aparece en los medios de comunicación y su verificación. El autor concluye, que  internet no le dice como buscar, filtrar, seleccionar, aceptar o rechazar toda esa información sin embargo el problema dramático es que a veces ni siquiera el profesor sabe enseñar el arte de la selección pero queda en este y la escuela buscar alternativas, una de ellas será la readaptación a las herramientas que les brinden el ámbito académico, la capacitación para aplicarlas y la incorporación de estas en el aula.

De aquí, surgen algunas reflexiones, como tener en cuenta que toda situación educativa se desarrolla y se delimita por su contexto he comprendido que lo histórico, lo social, inclusive lo cultural y aún más lo político atraviesan el campo educativo. No estamos exentos de casi nada de lo que ocurre a nuestro alrededor, entonces la transversalidad será un gran factor. En cuanto a la puesta en el aula, a modo general, fueron surgiendo distintas posturas, ideas, generando cierta controversia pero que concluían en la actitud crítica que cada individuo tiene o se considera que debería tener, es por esto que suele pensárselo como sujeto pensante, a todo aquel que utiliza internet como medio de información y confirma la veracidad y/o fuente. Pero esta idea que se fue aceptando en clase aplica y está vinculado con nuestra formación de comunicadores, ya que desde el inicio de la carrera no mencionaban que nunca podemos dejar de verificar y/o legitimar las fuentes de información; Sin embargo, volviendo al ámbito áulico cabe destacar que a veces se pierde que a quien llaman sujeto crítico, es el alumno, quien se está formando en ese camino de reconocerse, reflexionar y criticar. En correlación con este último, se piensa el rol del profesor y su actitud o desempeño antes la readaptación del contexto socio-educativo, quien debe por un lado, seguir formándose o capacitándose para formar a sus alumnos y por el otro, ante una trayectoria propia, que a su vez es exigida por la institución educativa, aquí me remito al curriculum, será un tema que más adelante retomare.

Para vincular, la reflexión del contexto y compartiendo, otro tema que se propuso en el aula, con el texto de Tony Becher, “tribus y territorio académicos”, a raíz de las cinco categorías de preguntas pudimos ir dilucidando los aportes de las disciplinas involucradas en el campo de la Comunicación Social y/o Ciencia de la Información. Esta clase, en particular, me genero al inicio un desborde de como incluir todo lo que había aprendido, todo lo que para mí significa el campo de la comunicación e información en tan breve presentación aun así en nuestro grupo, había un clima de dubitación, leímos, releímos las consignas, para mi muy generalizadas pero apenas uno de nosotros “lanzo” la primera idea los demás pudimos “sentirnos seguros” y plantear nuestras opiniones, sin duda que quedó plasmado el recorrido académico, el haber transitado la ECI ahora Facultad, porque con distintas palabras las ideas iban amalgamándose y la conclusión, fue que teníamos la misma concepción expresadas de distintas manera; sin duda que esto no es mero azar sino que la formación académica y la experiencia personal en la institución aporto al resultado. El campo es abierto, el mismo es atravesado interdisciplinariamente, a este campo se logra comprender y se configura en relación con el otro. También, en nuestro grupo, aparecieron limitaciones como ser la diversidad teórica, el “saber un poco de todo”, desorienta la posicione en la que no encontramos y la carencia de que “los otros” nos legitimen.     

Para la exposición general de todos los grupos, surgieron otras ideas estaba vinculadas con la actividad profesional, donde se vislumbraba un conflicto entre periodismo versus comunicador social o incluso con los aporte de los demás grupos se identificaba una dificultad de un rol especifico cayendo en la necesidad de especializarnos en un ámbito, pero en oposiciones a esta idea se planteaba que el campo laboral es amplio. Esta dicotomía nos viene atravesando en las distintas clases y materias, será que sabemos de estas dualidades y comprendemos en nuestro interior porque es así pero estamos en deuda con los otros al no poder dar una explicación clara y concisa como quizás se espera. Cual fuera la inclinación las conocemos y nos manejamos en relación con esta dualidad constante porque a su vez comprendemos que no hay un pensamiento único y definitivo, ya dejamos de lado lo que es bueno o malo y pasamos a reflexión en base a lo tenemos y explotar su potencial.

Para concluir con el texto de Tony Becher, detallare como este texto género en el aula un clima, a mi entender, interesante, enriquecedor y retrospectivo por que sin duda podemos identificarnos y formar parte de variadas tribus, particularmente en la temática será “tribu de los comunicadores”, a su vez  con el profesorado vamos construyendo la “tribu de educadores” derivaremos en el territorio que a mi entender será considera como la Escuela. Esto nos permitirá encontrarnos y reconocer nuestra legitimación, ya no seremos “intrusos” en un territorio educativo, pasamos a formar parte de esta tribu, como cualquier educador. Sin duda que este trayecto nos brindara, aportara, configurara la identidad o quizás conquistaremos el campo.

Hasta aquí, toda nuestra trayectoria personal y académica se va entre lazando, en el curso hay compañeros que ya están dictando clases en el ámbito formal, con varios años, otro tuvieron la posibilidad de realizarlo en el ámbito no formal entonces la práctica docente siempre nos rodea hasta aquellos que no tiene experiencia en la docencia, ya que de una manera u otra han sido participes. Como el film de “Entre los muros” una película francesa expone la actividad de una escuela con una heterogeneidad de alumnos, su historia de vida, que se refleja en sus conductas, participación y/o desempeño escolar, un curso donde todos hablan al mismo tiempo, otros mantiene su pensamiento ensimismados, cuestionan al profesor, hasta lo interrogan  sobre  temáticas como la sexualidad, autoridad, valoraciones, prejuicios y las reacciones de los docentes  algunos resignados y trabajan para cumplir con este, otros dan la impresión de que ya no les interesa o han perdido eso que llaman “vocación” y el protagonista, el profesor François, que piensa, trata de comprender y conocer a los alumnos a través de un cartel con sus nombres, en comportamientos que una consideraría básicos ( o sería un ideal) como saludar, no ser insolente o agresivos; otra forma de trabajar con ellos es haciéndolos reflexionar en las actividades de lengua o en ejercicios de “autorretrato”  sin embargo se encuentra en un momento donde llega a creer que  algunos alumnos están perdidos si no cambian de actitud. Entonces, yo me sorprendo, no solo por las historias tan difíciles de los adolescentes sino aún más con práctica docente, es de esta manera que después de años, llegas a pensar o te alejas de aquel ideal de mejorar, aportar, resignificar el aprendizaje, de continuar con la “lucha en el aula” para formar sujetos . Quiero creer, desde mi falta de experiencia, que este desafío constante de acaparar su atención, lograra participación, comprensión de los contenidos de los alumnos estará siempre respaldad y en dialogo constante con las herramientas didácticas que se fusionaran y serán contemporáneas a las exigencias y contexto socio-histórico  Entonces me pregunto cómo hacer para vincular, apropiarnos, incidir o cual sería o podría ser el rol la Comunicación en la Educación encuentro con el artículo de Quiroz, tomare brevemente la idea  Educación, Escuela, Medios de Comunicación, para dar cuenta de que cohabitamos y se van construyendo mutuamente,  podemos tomar la perspectiva del desarrollismo donde la comunicación transformaría, a través de los medios de comunicación la calidad educativa o el pensamiento crítico donde los medios de comunicación/escuela serian aparatos de dominación. Otra etapa de como para los años `80 surge la educación y comunicación popular, el aula espacio simbólico de luchas y los medios  aparecen como instituciones ideológicas para este entonces se complementaban. Ahora porque la necesidad de citar este contexto, porque es menester saber que la relación “Educar en la comunicación/Comunicar en la Educación” como plantea Quiroz, permite comprender como se llega a dilucidar este ámbito tan dinámico e interrelacionado y a nivel personal puedo hacer tangible su existencia.      

Cabes destacar que aún quedan muchas aristas a tratar desde lo propuesto y/o expuesto en el Taller, así como también teniendo en cuenta los distintos soportes que brindan, es decir, lo documentado en video, películas, lo teórico y su futuro  análisis. Una valoración que hago dado que es increíble o al menos me sorprende bastante, como a través de actividades se puede dilucidar sin necesidad de ser explicito, por ejemplo,  lo que es la sociología clínica, la etnografía, etc.  Por último, las exposiciones, puestas en común con el grupo particular y general aportan, reafirmar y brinda nuevas experiencias y/o ideas, la empatía con el otro y el vincularnos con la comunicación/educación, amplían nuestros puntos de vistas. Permitiéndonos seguir expectantes a los próximos encuentros.