Reportaje a Jesús Martín Barbero "Las brujas pusieron en jaque a la cultura moderna". Apunte de la Cátedra de COMUNICACIÓN Y EDUCACIÓN. Aparecido en Clarín del 14 de octubre de 1990 por Daniel Ulanovsky Sack




El sociólogo Jesús Martín Barbero opina sobre los gustos elitistas y populares.
En 1836 Nació, la literatura de masas y con ella se modificaron las relaciones entra lo culto y lo popular. Y sostiene que "una narración simple y ya cono­cida puede ser tan fascinante como la más original de las obras".
los siglos XVII y XVIII, la idea de racionalidad , se buscaba cómo producir mejor y más rápido y se trataba de uniformar costumbres entre regiones diferentes para que la tradición local dejara paso a un saber único y lógico.
Por otra parte, saber racional era muy incipiente y aún temía los poderes de las brujas, al punto tal que reconocía sus fuerzas y en ningún momento se burlaban de ellas. Otro hecho interesante es que la cultura raciona! Estaba manejada por hombres, en tanto el saber misterioso de la magiara patrimonio, principalmente, de las mujeres. ? Las brujas, además, surgían de sectores populares, en tanto para ser parte de la “cultura culta” se necesitaban pertenecer a la nobleza o a la burguesía.

En una lucha entre la razón y saber ancestral, la masificación de la escuela también jugó un papel importante porque enseñaba a los chicos un saber lógico incompatible con muchas creencias populares.
El hecho de que los hijos asistieran a la escuela resultó bastante traumático para la familia porque una vez que el chico empezara a razonar en forma “moderna” se avergonzaba del saber oscuro, pagano, que tenían sus padres. Se rompía, de esta manera, la continuidad de una cultura y por eso había quienes boicoteaban la asistencia de los niños a las aulas. La escuela fue una gran fuerza homogeneizadora, pero  en algunos ámbitos se la sintió como una amenaza a la propia tradición.
·         racionalizar el uso del tiempo
·         ciertas prácticas homogeneizadoras
Esta nueva relación entre hombre y el  tiempo fue una de las bases culturales en las que se asentó el desarrollo de la revolución industrial y capitalismo.
En un principio, los folletines se editaban en la parte inferior de la primera página del diario. Dado el éxito que cosecharon, al tiempo ya había separatas especiales, que incluían dibujos, y que estaban pensadas para este público nuevo no habituado en la lectura: la letra era grande y espaciada y los capítulos cortos y con mucho diálogo.

Por una parte los intelectuales del siglo XIX querían que el pueblo aprendiera a leer y se instruyera. . El folletín, en cambio, fue un gran motor: empezaba la literatura de masas y un estilo que unificaba gustos de distintos sectores sociales: . Es interesante como en aquella época las preferencias de la burguesía estaba más cerca de los niveles populares que de la nobleza.
-¿Actualmente los gustos de la dase media son muy distintos a los de los niveles populares?
Hay otros países -entre los cuales incluiría a la Argentina- donde la clase media tuvo acceso a la cultura más trabajada y eso significó una mayor diferenciación entre los gustos de un obrero y de un profesional.

-¿Por qué la prensa partidaria y sindical deja de la vida cotidiana y se centra, exclusivamente, en temas reivindicativos?
. Consideran que publicar un cuento o escribir una nota sobre las vacaciones o la sexualidad, por ejemplo, son meras distracciones que los alejan de su objetivo.
-¿Qué quiere decir tradición positivista?
El positivismo es una escuela de análisis social y una de sus características es que, a partir de un solo postulado, intenta explicar toda la realidad.
Respecto a la prensa militante de la que hablábamos, me parece que han caído en ese error: creer que la vida se puede reducir a un solo tema, generalmente la reivindicación, y olvidar que la gente -sea cual fuere su nivel social- tiene pasiones, ilusiones, obsesiones.

Fantasías y epopeyas

. Los españoles han descubierto lo que significa Europa, especialmente en desarrollo económico y calidad de vida y toman como modelo a los países alglosajones. Como consecuencia de esto todo lo que había de macondiano (N del R..; Macondo es un pueblo donde transcurre Cien años de Soledad la novela de García Márquez que sorprende a los europeos al describir hechos inspirados en la realidad que
para ellos resultan mágicos) está sufriendo una nacionalización brutal América es sentida como el pasado y como la suma de necesidades que ellos no quieren compartir.
En cuanto al teleteatro uno observa que, pese a su éxito, es acusado desde la izquierda por "manipular a la gente" y desde la derecha  por "degradación" cultural. Si tiene tanto éxito, sin embargo, debe  ser que el público algo encuentra en ellos.
Hay que tener una cosa en claro: cuando uno mira televisión, lo hace desde su mundo, con sus sueños y sus postegraciones. Los estudiosos de la comunicación utilizamos una palabra difícil –resemantización-. Con ella queremos decir  que la gente le da nuevos significados a los programas que escucha o ve.

-Pero de esa forma el teleatro – otros géneros populares- serían mera expresión de deseos que nunca llegan a ser realidad.
A propósito, un sociólogo brasileño estudio los circos de San Pablo: hay más de 200- y, después del fútbol, constituyen la actividad recreativa más popular. Su éxito reside  en la capacidad de mediar entre la realidad y el deseo.

-A menudo los hombres y mujeres, que aparecen en el cine, en la televisión y en las propagandas son más rubios y sus ojos son más claros que los del común de la gente, ¿No existe otro modelo de belleza? Antes que la civilización se interconectara con tanta facilidad, cada pueblo tenía sus propios ideales.

Los melodramas y las novelas rosas suelen terminar siempre de la misma forma, ¿En una obra de Shakespeare, en una novela de García Márquez o en un poema de Walt Whitman también se conoce el final de antemano?
-No. La  literatura "culta" trabaja con la sorpresa,. Continuamente corta las tramas donde uno se asienta para entender la lógica del argumento o de un personaje. Es una especie de ruptura permanente, propia a todos los movimientos de vanguardia. . Los relatos y los géneros populares, en cambio, se basan en el reconocimiento de la línea argumental y en el hecho de que el público puede imaginar su desarrollo y su final.Incluso, muchas de las tradiciones orales que se cuentan en los pueblos respetan esa estética de la repetición y del reconocimiento.


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